Hombres, uno de 20 y otro de 15. Morenos con ojos marrones.
Ambos estaban alcoholizados, tenían una botella Quilmes en la mano. Siendo las 4 de
la tarde no es algo que me parezca normal. Los seguí hasta Fitz Roy y Villarroel donde se tiraron cerca
de las vías del tren. Me
apoye contra la puerta de una escuela cerrada donde los observe por un rato. En
5 minutos se bajaron la botella y se empezaron a insultar uno al otro. No había nadie viendo así que supe que este era el momento.
Prepare mi cuchillo de caza en una mano y deje la navaja lista en el
cinturón.
Mientras caminaba hacia ellos visualice la escena una y otra vez.
Cuando estaba enfrente de ellos tenía a uno en el piso con la cabeza apoyada contra la
pared y el otro parado, apoyado contra la misma pared. El mayor era el que se
encontraba parado, me miró e intento pedirme plata para otra cerveza llamándome amigo.
"Ahora te doy" le dije y vi como se le iluminó la cara de felicidad. Así que lo agarré del hombro y le atravesé la garganta con el
cuchillo. Antes de que el menor pudiera reaccionar le tire al mayor encima,
saque la navaja y lo degollé.
Le arranque el cuchillo del cuello, limpie la sangre en sus
prendas y continúe mi viaje antes
de que el tren llegará a la estación. Camine dos
cuadras, baje al subte y me tomé la línea B hasta la
estación Pueyrredon
donde hice combinación con la línea H.
Todavía no perdí este poder.
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